Si la tomamos tan solo como un instrumento que nos ayuda a hacer más fáciles determinadas tareas o además nos estamos dejando seducir demasiado por las delicadas y sinuosas formas de los objetos tecnológicos y la sensación de bienestar que nos proporcionan sus programas. Quizás sea demasiada la dependencia que crean estos objetos y merezca la pena detenerse a reflexionar, al menos el tiempo que tarda en cargarse la última aplicación.
jueves, 17 de abril de 2014
No seas 'iDiot'
¿Quién domina a quién? ¿La tecnología a ti o tú a ella? Ahora que lo digital ocupa casi cada momento de nuestra jornada diaria y se ha convertido en un apéndice de nuestro cuerpo, no está de más pararse a pensar cómo influye en nosotros.
Si la tomamos tan solo como un instrumento que nos ayuda a hacer más fáciles determinadas tareas o además nos estamos dejando seducir demasiado por las delicadas y sinuosas formas de los objetos tecnológicos y la sensación de bienestar que nos proporcionan sus programas. Quizás sea demasiada la dependencia que crean estos objetos y merezca la pena detenerse a reflexionar, al menos el tiempo que tarda en cargarse la última aplicación.
Si la tomamos tan solo como un instrumento que nos ayuda a hacer más fáciles determinadas tareas o además nos estamos dejando seducir demasiado por las delicadas y sinuosas formas de los objetos tecnológicos y la sensación de bienestar que nos proporcionan sus programas. Quizás sea demasiada la dependencia que crean estos objetos y merezca la pena detenerse a reflexionar, al menos el tiempo que tarda en cargarse la última aplicación.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario